Comer a base de ensaladas es aburrido y pobre, pero comer ensaladas completas de vez en cuando como plato único es una buena forma de aprovechar lo bueno de las verduras con un añadido de proteínas e hidratos. Eso sí, cuidando las salsas que les añadimos para acompañarlas. No tendréis problema con esta salsa César casera que os traigo hoy.
Eating only salads is boring and poor, but eating complete salads from time to time is a good way to take advantage of vegetable, proteins and carbs benefits. You only have to be careful with sauces, since they can be very high in calories. That won't happen with this homemade Caesar's sauce.
Vaya por delante que no es una salsa para ensalada César al uso, porque no lleva anchoas. De hecho, es más bien una salsa de yogur que le va fenomenal dicha ensalada (que, como sabéis, lleva una mezcla de lechugas, pechuga de pollo, queso, croutons o picatostes y bacon y que no es precisamente baja en calorías, pero como digo es un plato único y no pasa nada por comerla de vez en cuando).
Yo solía comprar salsa de yogur de bote, pero me di cuenta de que o no encontraba una que no fuera una bomba de calorías, o que estuviera realmente buena, o que no se me pusiera mala a los dos días. Así que buscando en el amplio mundo de Internet encontré un par de recetas que mezclé para dar con mi salsa favorita.
Lo mejor: se hace en tres minutos, es más sana que la de bote (y más barata) y podéis hacer la cantidad justa para no tener que tirar el exceso. Ahí va la receta para dos ensaladas grandes:
En un bol, ponemos un yogur griego desnatado sin azúcar, una cucharada grande de mayonesa, dos cucharaditas de azúcar, un poco de sal, pimienta y comino, y el zumo de medio limón. Mezclamos con unas varillas manuales. Ya está. ¿A que es genial? Pues os cuento además que está muy rica... Si la queréis algo más ácida, basta con poner más limón o yogur.
¿No es fantástico dar con recetas tan simples y ricas como esta?
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