Hace unas semanas recibí un mail con una nota de prensa con dos titulares: que la rutina de belleza coreana es en realidad estadounidense, y que lo de los 10 pasos es un mito. WTF? ¿Nos han estado engañando como a chinos occidentales todo este tiempo? ¿No hay que seguir entonces todos esos pasos? ¿Y cuáles son los que no nos podemos saltar entonces? Seguid leyendo, que os saco de dudas.
Según cuentan Anastasia Koz y Sunny Cho, creadoras de la e-shop especializada en cosmética coreana Koss, con tienda física en Barcelona, esta historia de la rutina de belleza del país asiático nació en Estados Unidos en 2015, cuando Charlotte Cho creó una tienda online de k-beauty y editó el libro "The Little Book of Skincare". En él, Charlotte hablaba de esa supuesta rutina de belleza de 10 pasos, pero en realidad era una estrategia de márketing para que las consumidoras se aprendieran los productos que tenían que usar (y compraran los suyos, claro). El caso es que el tema se hizo viral y se desató la fiebre por la cosmética coreana en todo el mundo.
Cuando las fundadoras de Koss fueron a Corea, descubrieron que no solo es que la rutina de belleza de ese país no tiene 10 pasos, sino que las firmas de cosmética de allí tratan de hacer productos que sean multifunción para simplificar las cosas aún más y ahorrar tiempo y dinero.
La verdad, a mí lo de los 10 pasos se me hace complicado, al menos en el día a día. Y supongo que a la mayoría de vosotros también, ¿no? Por mucho que me encante cuidarme y dedicarme ese ratito de relax a mimar mi cutis, si tengo que seguir todos esos pasos se me pasa la hora de la cena...
Bien, pues gracias a Anastasia y Sunny por fin podemos saber cuáles son realmente los pasos que no pueden faltar en nuestra rutina de belleza, y son solo 4:
Limpieza. Es fundamental para eliminar suciedad y que los productos aplicados a continuación puedan hacer efecto en la piel. Podemos hacerla con los productos que más se adapten a nuestro tipo de piel o incluso nuestros gustos, pero conviene no pasarse con los jabones que pueden llegar a resecarla. Personalmente, y como os he contado desde hace un tiempo, yo prefiero la doble limpieza con un producto en aceite o leche primero y otro más tipo gel para terminar, pero eso es una cuestión personal. Y a veces, si estoy muy cansada, solo me limpio con uno de ellos.
Tonificación. El tónico, que durante muchos años hemos relegado, es un paso importante porque ayuda a equilibrar el ph del cutis y lo prepara para los siguientes pasos. Yo he notado una gran diferencia en la textura de mi piel y en los poros desde que los he vuelto a usar.
Hidratación. Está claro, la piel necesita hidratación (aunque sea grasa) para defenderse de las agresiones, para no arrugarse en exceso, para estar tersa y fime. Aquí cada uno tiene que elegir la textura que más le vaya según sus necesidades, desde la más ligera a la más untuosa.
Protección solar. ¿Cuántas veces me habréis oído -o leído, más bien- decir que la protección solar es impepinable? Pues eso. Así la piel no se mancha, no envejece, no pierde firmeza. Y hay que usarla todo el año. Punto.
Bien es cierto que, a partir de esos cuatro pasos, se podrían añadir algunos extra si la piel tiene alguna necesidad específica o cuando la queremos mimar un poco más porque tenemos más tiempo. Es el caso, por ejemplo, de ponerse una mascarilla el fin de semana, o usar un serum para pieles sensibles.
La cuestión, en el fondo, es que tu rutina de belleza puede tener todos los pasos que quieras según las necesidades especiales de tu piel, el tiempo del que dispongas, el dinero que quieras gastarte en cosmética... pero siempre con la base de los cuatro pasos imprescindibles de los que hemos hablado más arriba.
Si queréis más información o aprender cosas interesantes de belleza, en la web de Koss tenéis un blog con posts muy interesantes, aparte de un montón de productos coreanos con una estética súper bonita que dan ganas de comprar todos.
¿Cuáles son los pasos de vuestra rutina de belleza que nunca os saltáis?
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