Casi dos años después, vuelvo a escribir un post aquí, y lo hago respondiendo a una pregunta que me hacéis bastante: ¿es realmente necesario tener un entrenador personal? Uno como el entrenador personal el pla del remei, que a lo mejor os interesa a las que estáis en la zona de Valencia. Os cuento mi opinión.
Durante toda mi vida he hecho ejercicio y todo tipo de deportes, y hace ya muchos años que entreno en gimnasio siguiendo un poco mi intuición, mi experiencia y toda la información que voy encontrando, porque me apasiona este tema. ¿He tenido algún problema, lesión o he notado que no entrene bien? NO.
Sin embargo, hace ya más de un año que empecé a trabajar con los entrenadores personales que colaboran con el gimnasio al que voy, y os puedo decir que el cambio ha sido importante. No solo porque he descubierto que había ejercicios que llevaba haciendo mal quince años (por suerte sin riesgo de lesión, pero haciendo que fuesen mucho menos efectivos o que trabajara los músculos que no eran), sino porque he empezado a ser consciente de tener una correcta postura al hacer los ejercicios, llevar bien la respiración y además hacer más eficaz mi tiempo de entrenamiento. Y es que, si lo haces bien, no tienes por qué estar dos horas entrenando cada día para ver resultados.
Es más, en los meses de embarazo que llevo he seguido entrenando con estos profesionales, adaptando los ejercicios para hacerlos seguros a mi situación actual y poder seguir llevando una vida activa, algo muy positivo no solo para mí en la gestación, el parto y el post parto, sino también para mi bebé.
Los entrenadores personales son una figura clave para quienes buscan mejorar su condición física y adoptar un estilo de vida saludable. Pero su papel va más allá de diseñar rutinas de ejercicio, ya que ofrecen compañía, empatía, compromiso y motivación, aspectos esenciales para lograr los objetivos deseados.
La compañía que brindan los entrenadores personales es invaluable. No solo están presentes durante las sesiones de ejercicio, sino que también actúan como un apoyo emocional, ayudando al cliente a superar barreras mentales y físicas. Esta relación puede convertirse en una fuente de confianza y amistad, haciendo del entrenamiento una experiencia más enriquecedora.
La empatía es otro aspecto fundamental. Un buen entrenador personal entiende las necesidades, limitaciones y motivaciones individuales de cada persona. Al ponerse en el lugar del cliente, pueden adaptar el entrenamiento para que sea un espacio de crecimiento personal y bienestar emocional. Esto fomenta una conexión más profunda que va más allá del ejercicio físico.
Contar con un entrenador personal también aporta compromiso y responsabilidad, ya que las citas regulares hacen menos probable faltar a las sesiones. Este nivel de obligación ayuda a mantener la constancia en el entrenamiento, lo que es esencial para obtener resultados sostenibles.
Es crucial elegir un entrenador con quien se tenga afinidad no solo en lo deportivo, sino también en lo personal. La comodidad y la empatía mutua garantizan una experiencia positiva y motivadora. Además, trabajar con un entrenador puede mejorar la vida social del cliente, creando oportunidades para relacionarse en un entorno sano y positivo.
En resumen, los entrenadores personales son aliados integrales que combinan técnica, apoyo emocional y motivación para ayudar a sus clientes a alcanzar sus metas físicas y personales. Si os estáis planteando contratar a uno, sea que vais a empezar a hacer ejercicio o que llevéis toda la vida entrenando, os lo recomiendo 100%.
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